Dulcéa nació de una pasión sencilla: crear momentos de calma y bienestar a través de la luz y el aroma de una vela. Todo empieza en un pequeño pueblo de Valencia, rodeada de naturaleza y del ritmo pausado de la vida cotidiana. De ahí surgió la inspiración para elaborar algo que transmitiera esa misma sensación de paz y calidez en cada rincón del hogar.

Cada vela está hecha a mano con cera de soja natural, una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Cuidamos cada detalle, desde la elección de los aromas hasta el diseño, para que cada pieza sea especial y transmita el mimo con el que ha sido creada.

Dulcéa no es solo una marca de velas; es una forma de compartir lo que más me inspira: los pequeños instantes de tranquilidad, la belleza de lo simple y el placer de disfrutar del presente.

Cada vez que enciendes una vela Dulcéa, enciendes también un momento para ti.